Florencia Solís, Fernanda Bercovich y Walter “Shao” Gómez trabajan en el ANIMAR / MoCap –que funciona en el predio de Tecnópolis—. En esta entrevista narran cómo es actuar con la técnica de Motion Capture para recrear desde una batalla en un videojuego hasta una serie de animación con animales en la selva
Florencia Solís estudió Teatro en Timbre 4 –la prestigiosa escuela que dirige Claudio Tolcachir—y también es profesora de Taekwondo. Fernanda Bercovich, en cambio, en la Escuela Nacional de Arte Dramático, además de talleres con los grandes maestros del género. Walter Gómez –más conocido como Shao—, por su lado, es actor, doble de riesgo, maestro de Kung Fu de la Escuela Wai Kung Pai y fue campeón en certámenes internacionales por esa disciplina deportiva.
Sin embargo, desde áreas, trayectorias y disciplinas tan disímiles, todos se encuentran en el ANIMAR MoCap que funciona en el predio Tecnópolis, más de dos horas antes de cada función, y se enfundan –con frío o calor—en los trajes, los guantes y los cascos diseñados, de manera especial, para captar el movimiento de sus cuerpos con la técnica Motion Capture y recrear, de ese modo, desde una batalla en un videojuegos hasta una serie de animación con animales y paisajes de la selva.
—¿Cómo es la tarea que realizan en el ANIMAR MoCap de manera habitual? ¿En qué se diferencia de la actuación tradicional?
—(Florencia Solís) La tarea que hacemos en el ANIMAR MoCap es completamente diferente a la actuación tradicional: en nuestros espectáculos, el público está mirando las pantallas, con los actores detrás. No es tan importante lo que estamos haciendo con nuestras caras (si no usamos la captura facial), entonces —por ejemplo— la gente se pasa mirando las pantallas y no tanto en qué hace el actor. Eso es algo muy extraño para nosotros porque en una obra de teatro el público solo está mirando qué pasa sobre el escenario, con las actuaciones de las actrices o los actores, y aquí no ocurre eso para nada.
—(Walter “Shao” Gómez) En mi caso, siempre me fascinó el cine de acción, las artes marciales, los dobles de riesgo. Entonces empecé a trabajar como actor / doble de riesgo y coreógrafo de escenas de lucha para el cine, la publicidad o la televisión. El trabajo del MoCap, en ese sentido, es muy importante en todo lo relacionado con los videojuegos porque hay muchas escenas de luchas o de batallas. Todas las películas de superhéroes, en Hollywood –hoy– se hacen con estas técnicas y es muy diferente a la actuación tradicional.
—En el trabajo que realizan como actores o actrices, ¿hay lugar también para la improvisación?
—(Florencia Solís) Claro. Nosotros, a veces, incluso, nos desconcentramos mirando qué es lo pasa en la pantalla, viendo si está todo bien lo que está ocurriendo con los personajes en el monitor. Si hay algo equivocado en el sistema, por ejemplo, tenemos que comenzar a improvisar sobre la marcha.
—(Fernanda Bercovich) En esta tarea, la imagen tiene un rol protagónico. En esta técnica, de hecho, el ego de los actores / actrices quedan supeditados a otros planos. Pero una cosa que sí ocurre es que tenemos la posibilidad de vernos mientras actuamos, que en una obra de teatro eso no sucede (salvo que te filmen o graben en el momento). En cambio, en un espectáculo en vivo, con esta técnica, estás viéndote todo el tiempo.
—Eso quiere decir, por ejemplo, que aunque no estén tomando las capturas de rostro ¿de todas formas realizan la gestualidad del personaje que encarnan o llevan adelante en ese momento?
—(Fernanda Bercovich) Las expresiones de mi rostro no se ven en la pantalla (por los cascos y receptores que debemos usar). Sin embargo, si estoy haciendo el personaje de un árbol, para poder llegar a esa construcción física necesito mimetizarme con eso. Entonces pienso cómo hablaría un árbol, sus gestos, sus movimientos, porque somos actrices, aunque no importe la gestualidad una pone todo más allá del trabajo corporal que realice.
—¿Cómo se formaron para esta tarea? ¿De qué áreas provienen? ¿Hay carreras o cursos diseñados hoy, en Argentina, para desarrollar esta labor tan específica?
—(Florencia Solís) En las carreras de actuación o en los talleres de teatro en los que nos formamos no hay nada que te prepare para esta tarea. Sí tiene mucho del clown, del cuerpo en movimiento, de marcar bien las expresiones del rostro. Se trata de un registro muy exagerado. Me encantó, por ejemplo, que mi formación en Taewkondo o las coreografías de las peleas me sirvan para esta tarea.
—(Walter “Shao” Gómez) Mi trabajo era como actor / doble de riesgo pero, en un momento, me contrató una productora para trabajar en MoCap con artes marciales, donde hacíamos peleas y luchas, con sistemas de vuelo con arneses. Entonces hice trabajos como actor, con las peleas, o hasta unas escenas de batallas que grabamos para un videojuego para celulares de Games of thrones aquí en el ANIMAR MoCap. Después se dio la posibilidad de trabajar en Tecnópolis con espectáculos para el público en general.
—En la actuación, la voz del actor / la actriz es muy importante. Sin embargo, aquí se deja de lado completamente y, en cambio, otros movimientos cobran especial relevancia (las manos, el cuerpo, los pies). ¿Cómo tuvieron que prepararse para, por ejemplo, los movimientos del cuerpo, la cara o las manos de un personaje?
—(Florencia Solís) Me tocó trabajar con las manos y es muy loco verte los dedos. En esa oportunidad, empecé a darme cuenta que tenía otra movilidad: si movía primero un dedo, luego el otro, la mano completa.
—(Florencia Solís) Tenemos mucha preparación previa. En el caso de los espectáculos tenemos que llegar con dos horas de anticipación para probar toda la programación de los trajes, los sensores, las cámaras.
—(Walter “Shao” Gómez) Sí, por ejemplo, siempre hay que tener en cuenta las limitaciones que tienen los personajes: por ejemplo, si trabajás con un personaje caricaturesco y tiene una cabeza grandota (como es el caso de Zamba y Nina), el actor de MoCap no puede elevar sus brazos a la altura de la cabeza, entonces hay que aprender esos movimientos para hacer las acciones.
—¿Cómo es el caso de la preparación de una lucha o una pelea? ¿O de las tomas aéreas que se realizan con arneses?
—(Florencia Solís) Una cosa muy importante que ocurre, a diferencia del teatro, es la distancia entre los actores / actrices. Porque cada personaje tiene una distancia diferente que en otros espacios y, en cambio, sobre la pantalla aparecen “pegados”. Tenemos que tomar diferentes puntos del espacio como referencia. En un espectáculo que hicimos hace poco, teníamos una pelea, y para que los golpes y las patadas se vieran bien sobre la pantalla teníamos que estar a una distancia prudencial para que no bloquearan los movimientos. Si nos tocamos, físicamente, por ejemplo, en la pantalla eso “se ensucia” porque los movimientos se superponen. Todo el trabajo que realizamos, a diferencia de una película o el teatro, es más técnico. También, por ejemplo, si hay una espada tiene que estar marcada con los personajes para luego agregarlo en la posproducción.
—(Fernanda Bercovich) En el caso del personaje del mono, en los espectáculos, también, tuve que tomar distancia porque de manera instintiva buscaba rascarme la cabeza, y no se puede hacer en este caso. Si uno piensa en dos chicos que se saludan, obviamente, van a chocar las manos. Aquí, en cambio, hay que buscar otras maneras de lograr eso (para llegar a ese mismo resultado). Lo mismo ocurre con un personaje que tiene que aplaudir: las manos no deben cruzarse y hay que hacerlo de una forma para que realmente se vea ese aplauso eso sobre la pantalla.
—Las cámaras toman todos sus movimientos, es decir, que la atención no es la misma que sobre un escenario convencional porque los monitores reproducen personajes, situaciones, paisajes del proyecto en el que están inmersos. ¿Cómo es la recepción con el público en estos casos?
—(Fernanda Bercovich) Una de las cosas que más me llamó la atención desde el inicio fue que la atención del público se divide entre lo que pasa en el espacio donde se mueven los actores / actrices y en la pantalla. En la mayor parte de los casos, directamente, la gente ve la pantalla. Es muy poca la interacción con la gente, el público es más pasivo con nosotros, pero creo que porque interesa ver cómo funciona el dispositivo, desde una serie de animación hasta un videojuego.
—(Walter “Shao” Gómez) Los chicos y las chicas se vuelven locos cuando ven todo esto del MoCap, porque ven representados todos los juegos o las animaciones que ven en sus casas todo el tiempo, ahora con la posibilidad de ver a los propios actores trabajar en 3D, entender cómo se origina y cómo se hace el laburo con estas técnicas. Este estudio tiene capacidad para veinte personas que pueden actuar, de manera simultánea, con 72 cámaras. Es muy impresionante, hay que pensar que se trata de uno de los mayores espacios de trabajos en América latina y que lo tengamos en Argentina es realmente un privilegio muy grande.
—(Florencia Solís) Una de las cosas en las que más nos divertimos en los espectáculos en vivo es cuando falla el sistema con alguna cosa puntual. Nos pasó, el otro día, que a uno de los personajes se le dio vuelta la cabeza o en lugar del mono apareció un puma en la escenografía, los chicos y las chicas (que los visitaban desde las escuelas) quedaron totalmente descolocados, y nos morimos todos de la risa.
—La labor que realizan en el ANIMAR MoCap abarca una gran cantidad de usos y aplicaciones: desde la posibilidad de hacer videojuegos y series de animación hasta películas o publicidades. ¿Se preparan, con antelación, en la lectura de storyboard o los guiones de las series / películas? ¿Hay especificidades en cada una de estas temáticas?
—(Fernanda Bercovich) Sí, claro. Nos mandan los guiones con antelación y, en esos casos, la improvisación está más acotada quizás a diferencia de una obra de teatro. Nuestro trabajo está al servicio de la imagen: somos el vehículo de esos avatares que uno verá luego sobre la pantalla. En mis trabajos, de manera habitual, suelo improvisar mucho y aquí me siento más acotada, tengo que ajustarme a los pedidos que realizan porque, insisto, lo importante es qué generamos con la imagen y esos personajes en ese videojuego o la serie de animación en la que nos convocaron. No ocurre, quizás, como en el teatro, que también importa la trama que se teje entre los actores.
—(Florencia Solís) En el caso de una animación que estamos realizando ahora, por ejemplo, tuvimos que modificar el guion original y también adaptar muchas cosas. Hay, también, limitaciones espaciales que tenemos que ir pensando en el momento para ver qué captan las cámaras, cómo se mueven esos personajes, de qué modo dialogan.
—La puesta en escena del actor / la actriz, en estos casos, se corre, el eje es otro. ¿Qué sucede cuándo se ven en las producciones? ¿y de qué modo visualizan, ahora, otras películas o animaciones que trabajan con estas técnicas?
—(Walter “Shao” Gómez) Yo suelo ver los making off o el detrás de escena de estas producciones, me encanta ver cómo trabajan en la construcción de, por ejemplo, El increíble Hulk.
—(Florencia Solís) ¡Ahora vemos las películas de animación de otra manera! A mí, personalmente, me tranquiliza que detrás de todo eso haya un cuerpo de carne y hueso animando cada uno de esos personajes.